Cuantas veces llega la hija o el hijo a casa y pregunta mamá tienes algo para llevarme? y normalmente siempre se llevan a su casa, una fiambrera llena de alguna de las recetas que les gusta y por regla general no nos devuelven la fiambrera vacía y tenemos que reclamarla.Por eso es una buena solución tener en casa unas botellas de plástico vacías de agua o leche en las cuales pondremos el caldo de l'escudella o del cocido madrileño o del pote gallego o el caldo habitual que hacéis en vuestra casa, las botellas las llenaremos 3/4 de su capacidad para que no se rompan al congelarse y las pondremos en el congelador para cuando lleguen los hijos. De esta forma siempre tendremos caldo para ellos. Si no teneis hijos, el caldo será para vosotros para otro día que preciséis. Es una forma de optimizar energía, tiempo y dinero. Con este sistema podremos darles todo tipo de cremas, caldos y salsas.
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